OLIVE ELLIOTT

Hija de un fotógrafo y una ama de casa, Olive no nació en cuna de oro ni sábanas de seda, pero tampoco es que fuese criada en una caja de cartón. Lo que sí es cierto es que sus padres ya eran mayores cuando ella nació. Los Elliott pasaron años buscando aquel embarazo, pero siempre con el mismo resultado, un aborto espontáneo.

Fue hasta un 18 de agosto que su sueño se vio cumplido, después de haberse rendido. Lucía dio a luz a una niña, una niña de ojos grandes y oscuros, de sonrisa dulce y radiante, tan dulce que robo el corazón de su padre en aquella primer mirada, llevando por nombre Olive Antoiniete. Criada bajo la religión católica, y bajo el cuidado estricto y amoroso de su madre, la pequeña Olive creció corriendo por los campos, trepandose a los árboles, cada tarde al caer el sol, ayudaba a su madre a poner la mesa en espera de la llegada del patriarca del hogar. Olive asistió a la escuela pública desde siempre, muy amiguera y habladora. A la pequeña Liv todos le caían bien y ella le caía bien a todos.

Dulce y parlanchina, amorosa como ninguna, siempre manteniendo buenas notas, con la esperanza de ganar una beca y poder ir a la universidad, su sueño era que trabajaría tan duro que sacaría a su padre de trabajar y les compraría una gran casa en una playa. Pero aquella beca nunca llegó.

La personalidad de Olive, y el poco filtro que sus palabras tenían al hablar, le llevaron a perder un par de aquellas becas solicitadas, a pesar de sus buenas calificaciones, y el resto de ellas se fueron por el caño al ver que no era capaz de mantener el equilibrio si la joven hablaba y caminaba al mismo tiempo. La secundaria es una etapa peligrosa para muchos y justo ese fue para la morena, fue ahí donde conoció a Louis, quien se convertiría en su perdición. Olive cayó rendida a sus pies, enamorada hasta las cachas, y como tal se entregó en cuerpo y alma.

Las consecuencias de eso fue un embarazo adolescente, dando a luz a los 19 años a una niña de ojos verdes y tez apiñonada. Pero antes de esto, hay una historia previa. Y esta comienza cuando la beca llego, una beca que le llevaría a la universidad de ensueño, donde podría estudiar periodismo y llevar a cabo sus sueños, pero Louis y los chantajes que el rubio ejerció sobre ella, pudieron más, Olive perdió la beca, conformándose con estudiar en la universidad estatal de California, seguido a ello llegó el embarazo, Louis por supuesto que desapareció.

Decirle a sus padres no fue fácil, pero al final ellos le perdonaron y apoyaron, Olive tuvo que conseguir un trabajo de medio tiempo y estudiar a la par, no fue algo fácil, había noches, incluso semanas enteras en que la joven no durmió, entre los parciales, el trabajo y si hija todo se convirtió en un caos para ella, sin embargo la sonrisa que tanto le caracterizaba jamás desapareció de su rostro.

Los años cayeron encima de sus viejos, y estos poco a poco fueron cediendo. Primero Anthony, quien cayó enfermo, el médico le recomendó unos días en cama, cama de la que jamás logró levantarse. Olive no había vuelto a tener un novio desde Louis, lo había quería con el alma, y él a ella o al menos eso era lo que tantas veces le había dicho a su hija, mintiendo le sobre por que no lo conocía, dicha mentira le ocasionó miles de problemas con su madre, ella jamás le dijo a su hija que él simplemente se fue dejándola sola y con el corazón hecho trizas. Mintió tantas veces que incluso a veces ella se creía esas mentiras, llegando a idolatrarlo, pese a su partida.

Las cosas no mejoraron, sus padres cada vez más enfermos y mayores, una hija en pleno crecimiento que requirieran de todo el cuidado y apoyo que la morena podía darles. Comenzó a trabajar para el periódico local, con artículos simples y pequeños, mal pagados pero que le ayudaban a sobrellevar los gastos de la casa. Los meses pasaron y las cosas empeoraron pero Olive jamás dejó de sonreír.

Por las mañanas iba a las oficinas, a medio día buscaba noticias,  por las tardes atendía sin descanso a sus padres y por las noches lloraba amargamente en silencio y soledad. Aquello se convirtió en su día a día, hasta que la muerte llegó por primera vez a su casa.
Primero fue su madre, aquella mujer de 73 años, quien le había tenido cerca de los 45 años de edad, fue tan súbito que no supo que había pasado, Olive tuvo que tomar sus ahorros para los gastos funerarios de su madre, aunque el golpe fue duro, los gastos de la morena bajaron de manera notoria, sin embargo volvieron a elevarse cuando su padre, con tan sólo dos meses de diferencia de la muerte de Lucía, fuera a dar al hospital. La morena apenas si paraba en su casa para bañarse, cambiar su ropa y a tender a su hija, quien por fortuna su vecina ayudaba a cuidar, poco comía, y casi nada dormía, pero Dios no conforme con ello se llevó a Anthony, dejándola sola, triste, desamparada y sumida en un vórtice de pena y dolor del que solo le ayudo a no hundirse el amor de su pequeña hija de diez años.

Olive y Luci no tenían nada ni nadie que las acompañará, a pesar de que la morena siempre había sido amistosa y generosa con su prójimo era como si en aquel momento todos ellos lo hubieran olvidado. Liv tuvo que vender su hogar y todo lo que tenía, con aquello pagó el funeral de su padre, tomó sus maletas y se dispuso a largarse del lugar. Tomo sus maletas, las cenizas de sus padres y compró un pasaje de ida a Rusia. ¿Por qué Rusia? Ni ella tenía idea.

Así fue como Olive llegó a Rusia, aquello no fue fácil, por el contrario fue muy difícil, el clima muy diferente al de su lugar de origen, el frío le calaba hasta los huesos, el idioma completamente distinto y sin nadie que le enseñara, solas y sin un lugar al cual llegar, cualquiera ante aquella situación se habría amedrentado pero no Olive, ella no tenía miedo.

Pero como si esto no fuera suficiente, y el destino burlándose de ella, Louis apareció frente a sus ojos un día, el hombre llegó a la cafetería donde ella trabajaba del brazo de una mujer adinerada y muy mayor, Olive pensó que sería alguna tía,pero su sorpresa fue mucha pues no era siquiera un familiar con sanguíneo sino su esposa. Olive sintió rabia, dolor y decepción, no podía creer que el hombre le hubiera dejado por aquella mujer, no fue un encuentro lindo, y no quería rememorar lo, se guardo sus sentimientos y continuó su vida.

Seis años han pasado desde que puso San Petersburgo por primera vez, hoy en día dejó el restaurante y sólo se dedica a su trabajo en el periódico principal de la ciudad, lo cual paga las cuentas y los estudios de su hija adolescente.

Olive es un alma libre, ama la naturaleza y poder estar en libertad.
Fuerte y leal, no teme a defender a algún desamparado, siendo incluso capaz de quitarse el pan de la boca con tal de ayudar al desprotegido. Tal vez por ello es que es periodista, para levantar la voz por aquellos que no pueden.
Torpe, sensible, entrometida y muy curiosa, la morena a veces peca de chismosa, pues si algo le atrae o cree que hay algo oculto no dudará en ir a investigarlo y llegar hasta el fondo del asunto.
Aún le duele que Louis le haya olvidado, pero no le guarda rencor, aún a sabiendas que la dejó embarazada.
Así como es un ángel, se puede convertir en un demonio por defender a sus seres queridos, así que jamás te metas con su hija o se convertirá en una fiera.
En el lugar donde trabaja recientemente ha escuchado cosas, cosas que le cuestan trabajo de entender, tales como desapariciones misteriosas, y le gustaría dar con el clavo de todo aquel asunto.
Es muy dada a demostrar lo que siente, dar muestras públicas de afecto tales como abrazos y besos le es de lo más natural. Además cree que la sonrisa es la mejor arma de una persona.
No teme mostrarse tal cual es, sabe que a veces es demasiado impulsiva pero no hace las cosas con maldad.
Sabe que la tecnología es un mal necesario pero si por ella fuera desaparecería esas cosas del demonio, prefiere la interacción humana a estar metida todo el día en IG publicando hasta lo que comió.
Es alérgica a la remolacha, en un país donde hay remolacha hasta en en la sopa, en sentido literal.
Es muy desordenada, pero jamás encontraras una partícula de polvo entre aquel perfecto desastre.
Aunque no es partidaria de matar ni a una mosca, a Olive le dan miedo los insectos por lo que si se topa alguno de frente bien podría dar un salto y aplastarlo sin querer, después sufrirá por haberlo hecho.
Intenta educar a su hija con valores y mucho amor. Es una madre buena onda y muy flexible.
Atolondrada y muy dulce, siempre tropezando hasta con sus propios pies, pero sin jamás dejar de lado esa sonrisa que le caracteriza.
Louis le ha buscado y ella ha estado a punto de caer y convertirse en su amante pero siempre se detiene por el bienestar de su hija.
Conserva una fotografía del hombre la cual aún no le ha dado a su hija, por temor a que lo reconozca en la calle, pero planea hacerlo... Algún día.